Jóvenes adultos: su tiempo es ahora
“¿A quién enviaré? ¿Quién irá de parte mia?” Esta es la voz de Dios al profeta Isaías. E Isaías responde: “Aquí estoy, Señor, ¡envíame!”. Siento que esa también podría ser la voz de los padres indocumentados en estos días. “¿Quién irá por nosotros? ¿Quién nos defenderá?”
Las lecturas del domingo tratan sobre el llamado que Dios nos hace y cómo cualquiera de nosotros puede sentirse indigno. El profeta Isaías, cuando es llamado, dice: “¡Ay de mí, estoy perdido! Porque soy un hombre de labios impuros”. A lo que Dios lo toca y lo limpia, y así lo prepara. Y en el Evangelio, Simón está abrumado por la pesca. Ante tanta abundancia, dice: “Apartate de mí, Señor, porque soy un pecador”. Jesús no presta atención a la sensación de indignidad de Simón y simplemente dice: “No temas. Desde ahora serás pescador de personas”.
Quizás ustedes, jóvenes y adultos jóvenes, sientan cierta duda a la hora de dar un paso al frente, de asumir el liderazgo en su parroquia. Es más fácil mantenerse al margen. Algunos de ustedes han dicho que se sienten invisibles en Nuestra Señora de Guadalupe, que atendemos más a sus padres que a ustedes. Siento que soy culpable de eso. Pero ahora mismo los necesitamos. Necesitamos su pasión, su gratitud por sus padres, su sentido de justicia. Necesitamos que den un paso al centro y hablen a la parroquia, a la Iglesia, a la Ciudad de San Diego, al país, de que lo que está sucediendo con las amenazas de deportaciones masivas está mal. Necesitamos que declaren que la orden ejecutiva que dice que el ICE puede entrar en lugares que antes se consideraban sagrados, como nuestras iglesias, escuelas y hospitales, es moralmente repugnante y que no la aceptarán.
Puedo imaginar que algunos de ustedes pueden sentirse indignos. Algunos de ustedes pueden decir: "¿Quién, yo?" Pero creo que Dios los va a equipar y les va a dar las palabras para decir. Piensa en cómo sus padres han llenado sus vidas de bondad, cómo se han sacrificado por ustedes; piensen en como ellos, como Jesús hizo con Simón, han llenado sus barcas hasta la abundancia. Ahora tal vez sus padres no puedan hablar por no correr el riesgo de ser deportados. Pero ustedes sí pueden. Y necesitamos que lo hagan. No teman. Su momento es ahora. Dios los llama.
¡Por favor oren y únanse a la procesión con nosotros, por nuestros hermanos y hermanas indocumentados!
El servicio de oración diocesano es a las 2 pm en la Catedral de San José (1536 Third Ave), seguido de una procesión hasta el Edificio Federal (880 Front Street).
Si desea tomar un autobús desde la parroquia, notifique a la oficina parroquial lo antes posible.
Por los que quieren apoyar con su oración, el Santísimo será expuesto de 2 a 4 pm en la iglesia.