Esta pregunta me ha surgido recientemente. Y aparece en las lecturas de hoy, especialmente en la primera. El profeta Amós cita las palabras de alguien en su época, con poder y dinero, que buscaba ganar aún más dinero. Lo más escandaloso de su pensamiento es cómo valora a los demás y lo poco que valora a los pobres: "Compraremos al humilde por plata, y al pobre por un par de sandalias". Imagínense. Pensar que se puede comprar a una persona por el precio de unos huaraches.

La gran tentación de nuestros tiempos es pensar que los humanos podemos decidir el valor de la vida de otra persona, o pensar que cualquiera de nosotros es, de alguna manera, inferior a otra. Creo que esta es la mayor tentación al pecado. Eso es lo completamente erróneo de la pena de muerte: cuando decidimos que la vida de otra persona no vale la pena vivirla. Es lo malo del asesinato de una figura pública, como vimos la semana pasada, o del asesinato de alguien en secreto. Una persona o un grupo de personas nunca puede determinar el valor de la vida de otra.

Es un peligro de nuestro sistema migratorio. Si bien la doctrina católica dice que, por supuesto, un país tiene derecho a tener fronteras y protegerlas, y aunque comprendo plenamente la necesidad de leyes migratorias, aunque deben ser justas y humanas, la gran tentación para quien se presenta a defender su derecho a estar en este país es que puede empezar a dudar de su propio valor. Veo a gente presentarse en los tribunales federales del centro de San Diego. Vienen de todos los países y culturas. Vienen con miedo, preocupados de que su futuro en nuestro país pueda cambiar. Y mi mayor preocupación es que crean que su valor como personas está en juego, que alguien decida que no pueden quedarse y, por lo tanto, se crean la descarada mentira de que valen menos que otros. La segunda lectura, a Timoteo, nos recuerda la verdad: Dios quiere que todos se salven, y Jesucristo «se entregó en rescate por todos». Quien decide nuestro valor es Dios y solo Dios. Nuestro valor como hijos e hijas de Dios es infinito. Esa es la verdad. Que nos guíe en estos tiempos.

Del martes 22 al viernes 26 de septiembre se celebrará la Liturgia de la Palabra con Comunión.
Durante esos días no habrá misas ni confesiones, ya que nuestros sacerdotes estarán en una reunión diocesana.
¡Oremos por nuestros sacerdotes!

¿Te gustaría aprender más sobre cómo orar? ¿Te gustaría profundizar tu relación con Dios? 

Ven a la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe para los "Sábados Ignacianos", cada cuarto sábado del mes (de septiembre de 2025 a mayo de 2026, excepto en diciembre), de 9am a 12pm en el salón parroquial. 

Habrá presentaciones en inglés y español. 

Trae un refrigerio para compartir. ¡Todos están bienvenidos!

Nuestra parroquia te invita a disfrutar de un día lleno de juegos, actividades y buena compañía junto al mar.

Vea más abajo para más detalles. 

¡No te lo pierdas!

La Diócesis de San Diego celebrará una Misa especial en Reconocimiento de Todos los Inmigrantes el 28 de septiembre a las 11 am en la Parroquia de San Francisco de Asís (525 W Vista Way, Vista, CA 92083).

Esta misa será celebrada por el Obispo Bejarano. Están todos invitados a orar juntos y a solidarizarse con nuestros hermanos y hermanas inmigrantes. Para más información, consulte el volante adjunto o visite: https://sdcatholic.org/es/event/mass-in-recognition-of-all-immigrants/

La Diócesis de San Diego trata todas las acusaciones de mala conducta sexual seriamente y las considera de manera pronta, confidencial e íntegra. Para reportar cualquier incidente de mala conducta sexual comuníquese con la Coordinadora de Asistencia a Víctimas.

El abuso criminal denunciado o presunto se denuncia a las fuerzas del orden público de acuerdo con las leyes civiles.  

Mary Acosta

Coordinadora de Asistencia a Víctimas

(858) 490-8353.