La voluntad de Dios está cerca de nosotros
No tenemos que ir muy lejos para encontrar la voluntad de Dios. Este es el mensaje de la primera lectura del libro del Deuteronomio. Moisés intenta guiar a su pueblo y ayudarlos a comprender la cercanía de Dios. «Estos mandamientos que to doy, no son superiores a tus fuerzas ni están fuera de tu alcance. No están en el cielo, de modo que pudieras decir: “¿Quién subirá por nosotros al cielo para que nos lo traiga , los escuchemos y podamos cumplirlos?”».
Esto fue lo que también descubrió San Ignacio de Loyola en su cama de recuperación. Tras ser herido en batalla, alcanzado en la pierna por una bala de cañón, y ser llevado de regreso a su hogar en Azpeitia, España, tuvo que pasar mucho tiempo en cama. En aquel entonces se llamaba Íñigo y gozaba de reputación de soldado valiente y vanidoso. Quería leer historias de caballerosidad y romance, pero los únicos libros disponibles eran una vida de Cristo y un libro sobre la vida de los santos. Entonces tuvo dos fantasías. Una sobre las cosas con las que siempre fantaseaba: ganar la mano de una mujer hermosa y embellecer su propia imagen y vanidad. La otra fantasía era sobre hacer lo que hacían los santos: hacer grandes cosas por Dios. Ambas fantasías lo hacían feliz. Pero notó una diferencia importante: después de un tiempo, las fantasías sobre conquistar a una mujer lo dejaban vacío, mientras que las fantasías sobre hacer grandes cosas por Dios lo dejaban en paz y alegría.
Íñigo determinó que Dios estaba en esas fantasías sobre hacer grandes cosas por los demás, y que Dios no estaba en las fantasías sobre su propio ego. Esto formó la base de sus principios de discernimiento y de búsqueda de la voluntad de Dios: mirar a tu corazón, a las cosas que realmente te llenan de alegría y paz. ¡Ahí es donde está Dios!
Los jesuitas de San Diego tuvimos el verdadero privilegio de viajar a España para seguir los pasos de Ignacio, nuestro fundador. Mi momento más destacado fue celebrar la misa en la misma habitación donde Íñigo experimentó la cercanía de Dios en su corazón. Que todos, en estos tiempos difíciles, permanezcamos cerca de Dios, quien está cerca de nosotros, en nuestros corazones.